ISO 13001 y ASTM D3479 mejoran el rendimiento en pruebas de fatiga de compuestos
En los últimos años, las pruebas de fatiga de compuestos han pasado rápidamente de ser un interés de investigación a un requisito comercial crítico, pero el costo (en términos de tiempo de máquina) sigue siendo un desafío importante para las pruebas comerciales. La industria de la energía eólica ha liderado esta demanda, pero los sectores aeroespacial y automotriz están definiendo sus propias necesidades en esta área y se espera que el rendimiento de fatiga se convierta en un requisito de calificación adicional para sus materiales compuestos y conjuntos.La carga cíclica de los composites disipa una cantidad considerable de energía, lo que da como resultado el "autocalentamiento" de las muestras. Esto no sólo puede hacer que la temperatura de la muestra aumente más de 20 °C en condiciones de prueba incorrectas, sino que esto varía durante el transcurso de una prueba y rara vez se repite de una muestra a la siguiente. La práctica estándar exige una única frecuencia baja (normalmente de 3 a 5 Hz) para todas las pruebas a fin de evitar el sobrecalentamiento, pero eso implica programas de pruebas muy largos y costosos. La temperatura tiene un efecto importante en los resultados, ya que el rendimiento de estos materiales es mucho más sensible a la temperatura que el de los metales. Desafortunadamente, el hecho de que las muestras generen calor internamente significa que siempre hay una compensación del entorno circundante, por lo que el aumento de temperatura en realidad no se controla incluso cuando se trabaja en una cámara. En respuesta a esta demanda, Instron® desarrolló una solución de control única que normalmente ofrece un ahorro de tiempo de más del 25 % para un conjunto de datos S-N compuesto y puede mantener la temperatura de la muestra dentro de ± 0,5 °C de un objetivo específico.